
CINCUENTA SOMBRAS DE GREY
Sigue besándome la barriga y me introduce la lengua en el ombligo. Sus labios ascienden hacia el torso. Me arde la piel. Estoy sofocada. Por un momento siento mucho calor, luego frío, y araño la sábana sobre la que estoy tumbada. Christian se tumba a mi lado y me recorre con la mano desde la cadera hasta el pecho, pasando por la cintura. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.
Cuando me toca el cuero, me estremezco y grito. Camina alrededor de mí otra vez (...) En su segunda vuelta, de repente mueve rápidamente la fusta y me golpea por debajo de mi trasero... contra mi sexo... El choque (...) es el más dulce, más extraño, un sentimiento hedonista... Mi cuerpo convulsiona en con la dulce y punzante picadura. Mis pezones se endurecen (...), y gimo con fuerza, tirando de mis puños de cuero
De repente me agarra y me inclina sobre su regazo. Con un movimiento suave, dobla su cuerpo y mi torso está descansando en la cama junto a él. Pone su pierna derecha sobre las mías y coloca su antebrazo izquierdo en la parte baja de mi espalda, presionando, por lo que no me puedo mover... Sitúa su mano en mi trasero desnudo, suavemente me acaricia y da vueltas con la mano plana. Y entonces su mano ya no está ahí ... y me golpea - duro.